La Osteopatía y la Fisioterapia siempre van encaminadas a restaurar el equilibrio, el funcionamiento fisiológico del organismo, para que todas sus estructuras sean capaces de realizar su función adecuadamente. De esta manera, podremos evitar disfunciones, patologías, alteraciones que pueden afectar al resto de estructuras corporales y, por consiguiente, a la calidad de vida del paciente debido a su posible repercusión en las Actividades de la Vida Diaria.